Fue de la ventana del Pájaro Azul que vi el sol convertir hielo en luz. Lejos, el hielo eterno de las montañas, pero delante de mí, tan cerca que casi podía tocarlo, el pájaro anunciaba el calor del sol. Nunca olvidaré el paso de aquel pájaro por mis ojos y el deshielo que promovió en mi corazón.
Fotos: Marcus Moura
Deixar um comentário